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Digitalización de los procesos para la transformación digital

El sector de la automoción ha utilizado durante años los mismos métodos de producción y comercialización, pero en plena era digital y con el rápido avance de la Industria 4.0, es indispensable aprovechar la oportunidad para llevar a cabo un cambio completo del funcionamiento del sector, que en España supone el 10% del PIB. Gracias a la transformación digital, es posible avanzar hacia un modelo más eficiente, sostenible y con la tecnología como base de crecimiento de la industria.

Los cambios estructurales de los últimos años han tenido como principal apoyo la tecnología. A lo largo de la próxima década se consolidará la digitalización de un sector que ha vivido décadas con procesos tradicionales. Tal y como señala el estudio ‘The Future Enterprise’ de EY, la Cuarta Revolución Industrial representa un reto mayúsculo para el conjunto de la industria automovilística, ya que las empresas del sector automoción ya no son meros fabricantes de vehículos, sino proveedores de movilidad como propuesta de valor para sus clientes .

Retos digitales del sector automoción

En el estudio de EY, que se basa en entrevistas a directivos y expertos del sector, se recogen un total de seis factores que afectan de forma transversal a la industria de la automoción y que supondrán el motor del cambio en la industria:

  • Relaciones con los consumidores: la digitalización propicia la aparición de nuevos competidores en la industria del automóvil y transforma la relación del sector con el consumidor, que ahora es más digital que nunca y está mucho más informado.
  • Impacto de la digitalización a lo largo de la cadena de valor: es imprescindible conocer a los clientes y eso implica gestionar ingentes cantidades de datos de los consumidores y de los vehículos.
  • Gestión de los recursos para la continuidad: tan importante es saber gestionar los activos tangibles (fábricas, materiales, capital…) como los intangibles (talento, conocimiento, información…).
  • Incertidumbre económica, geopolítica y demográfica: las empresas automovilísticas deben incrementar su ventaja competitiva en los múltiples mercados en los que operan, lo que aumenta la existencia de riesgos de tipo social, demográfico, geopolítico y económico.
  • Nivel de escrutinio sin precedentes: cada vez hay más presión por parte de las administraciones, los activistas y la sociedad, por lo que el sector de la automoción necesita generar más ingresos, cumplir más exigencias regulatorias y ser más transparente y ético.
  • Reinvención de las cadenas de fabricación y suministro: el ritmo acelerado de la innovación y la competencia disruptiva (empresas tecnológicas y de servicios de movilidad) obligan a llevar a cabo profundos cambios y dar mayor importancia a los activos intangibles.

¿Qué es la transformación digital?

Para hacer frente a los nuevos retos que se plantean en el sector de la automoción, la transformación digital debe ser entendida como la digitalización y automatización de flujos completos de trabajo, con la integración de herramientas innovadoras dentro de la organización empresarial y de sus procesos internos para alcanzar el nivel de competitividad necesaria para intervenir en el mercado actual.

Ejemplos de dichas herramientas son el big data, los softwares para la administración de las relaciones con los clientes (CRM), la tecnología blockchain, la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), los canales de venta digitales o la aplicación de location intelligence.

Transformación digital vs. digitalización

Muchas veces pensamos que transformación digital y digitalización son lo mismo, pero nada más lejos de la realidad, la digitalización se engloba dentro de la transformación digital, que implica replantear por completo el modelo de negocio (cambio estructural), modificando la cadena de valor y creando una nueva oferta de productos y servicios, lo que se traducirá en una nueva y mejor manera de proporcionar valor al cliente.

Por su parte, la digitalización implica el uso de tecnologías digitales en los procesos, a fin de gestionar los datos digitalmente. Gracias a ello podemos utilizar la información digital para optimizar los resultados del negocio y crear nuevos ingresos, optimizar costes y ofrecer una nueva experiencia al cliente. El objetivo es hacer los procesos más eficientes, productivos, rentables y con mayor satisfacción del cliente en su experiencia con la empresa, ofreciendo así valor al aplicar tecnologías digitales.

Hoja de ruta de la transformación digital

Para que todo esto se entienda, vamos a resumir en una sencilla tabla los objetivos del proceso de transformación digital en las empresas, los desafíos que deben superar y las fases que se deben seguir para lograrla:

Objetivos Desafíos Fases
–   Conquista de nuevos clientes y fidelización.

–   Reducción de costes.

–   Base tecnológica para la toma de decisiones.

–   Mejora de la productividad y el rendimiento del capital humano.

–   Trabajo del entorno digital.

–   Impulso de la visibilidad de marca.

–    Falta de iniciativa.

–    Dificultades técnicas.

–    Garantía de retorno.

–    Cultura de la empresa.

–    Reputación y seguridad.

–    Problemas de TI (tecnología de la información).

 

1.    Enfoque en la experiencia de cliente.

2.    Invertir en el talento digital.

3.    Digitalización en todos los niveles de la organización.

4.    Integración de innovación en la empresa (innovación evolutiva).

5.    Medición de resultados y visión de futuro.

 

Como ves, la Industria 4.0 en la que ya está inmerso el sector de la automoción combina técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías inteligentes que se integran en los negocios, las personas y los activos. En este contexto, la digitalización (proceso de transición de información analógica para una forma digital) es la conversión, la digitalización es el proceso y la transformación digital el efecto.